Día 82: "República" no va en el reglamento y definen mecanismos de renuncia y reemplazo
La Convención se dio una salida para zanjar el asunto Rojas Vade. Gobierno apuesta a reasignación de recursos para cubrir el gravísimo déficit presupuestario provocado por La Moneda.
Varios temas fueron despejados este jueves en lo que respecta a la discusión sobre las más de mil indicaciones hechas a los reglamentos de la Convención: uno, sacar definitivamente del reglamento el concepto “República de Chile” (artículo 2). Es decir, la Convención no se debe a la República de Chile. Reiteramos: esta exclusión conceptual se da sólo en el reglamento, y no en el texto final. Es más: el texto final partirá asegurando que Chile es una república democrática. Estamos dispuestos a apostar plata por eso.
Hay varias razones para excluir definitivamente el concepto del reglamento.
Uno, porque los pueblos originarios creen que una Convención no puede deberse a una República de Chile que, hasta aquí, les ha negado reconocimiento y derechos como colectivos.
Dos, porque muchos convencionales no creen conveniente que simbólicamente una Convención deba someter su deliberación a una República cuyas instituciones se han visto corrompidas y viciadas.
Y tres, porque… (aquí nos ponemos Salfate) ¿y qué tal si la derecha quiere abrirle la ventana al Tribunal Constitucional -o a cualquier otro poder constituido aparte de la Corte Suprema- para que intervenga en la Convención?
Alguien dirá que eso es imposible, que la Corte Suprema echaría abajo tal pretensión, que esto y esto otro… Y obvio: la Suprema diría “no procede esa weá”, como dijo el gobernador de Valparaíso, Rodrigo Mundaca, pero igual es material para que los convencionales de la derecha más cavernaria salgan a hacer escándalo y sigan mintiendo en su incesante campaña de desprestigio. Eso es lo que ellos quieren: show. Recordemos que esto es política, no una clase académica sobre leyes.
Hagamos política ficción: ¿Y si pasa? ¿Y si en una de esas el poder constituido opera y se salen con la suya? En Chile hemos visto a muertos cargando adobes. Perdonen a los convencionales, pero sobran razones para las suspicacias. No por nada este tuit de la convencional de extrema derecha Katy Montealegre, quien se queja de una Convención autónoma (¿querría una Convención atenazada por otras instituciones?):
“Partimos mal”, dijo Ricardo Neumann, de la UDI. “Estamos preocupados porque vamos transitando peligrosamente a convertir a la Convención en un organismo de facto”, agregó el convencional, quien tenía unas ganas locas de hablar de Venezuela, Nicaragua, Cuba, Corea del Norte y quién sabe cuánta cosa más.
Constanza Schonhaut, de Apruebo Dignidad, salió a calmar el lloriqueo ya que “eso no cambia el funcionamiento de la Convención, no es un punto relevante. Cuando iniciamos la discusión, que no quepa duda de que va a estar (el concepto de República)”, señaló.
Todas estas lágrimas bien ayudarían a paliar la grave sequía que afecta a la zona centro del país.
El caso es que sería todo: República de Chile estará en la Carta Magna y no en el reglamento. Y san se acabó. A otra cosa mariposa.
Se aprueban mecanismos de renuncia y reemplazo
Otro tema clave… relacionado con el personaje de acá abajo:
Se trata de los artículos 28 y 29, ambos escritos con un ojo puesto en el caso del famoso Rodrigo Rojas Vade. En el primero, se establece que podrán renunciar los convencionales cuando les afecte una enfermedad grave y así lo califique el pleno con mayoría simple. Nada del Tribunal Constitucional ni ocho cuartos. Y el 29 establece que aunque el convencional renunciado sea independiente, debe ser sustituido en el curul por el siguiente convencional de la lista y que tenga su mismo género.
Aquí también hubo lágrimas para llenar de nuevo la laguna de Aculeo. Hay uno por ahí que salió con que esto significa legitimar el fraude.
Pero… pero, pero, pero… ¿Se acuerdan de que estaba la idea de no contabilizar las abstenciones en las votaciones? Hasta hoy, cosa que se ve mucho en la Cámara de Diputados, donde muchos disfrazan sus rechazos, la abstención se suma a los votos en contra, afectando el quórum.
O sea, las abstenciones cuentan. El punto es que el artículo 21 impedía votar a un convencional si estuviera afectado por un conflicto de intereses. El problema es que su abstención en cuanto a participar y votar le servía de coartada para disfrazar su frescura, según explica el convencional Fernando Atria.
Por suerte, este artículo fue borrado del mapa.
Por cierto: ¿recuerdan que la directiva deberá permanecer por seis meses conduciendo la Convención? Eso se mantiene, pero deberán dejar el cargo sí o sí. La Convención tiene 9 meses de plazo para escribir el texto, pero puede extenderla. En ese caso, la directiva entrante deberá reelegirse en votación para ver si continúa al mando del buque.
No obstante, hay otra materia desconcertante y ciertamente compleja para el mundo de izquierda, que está partido en dos respecto del principio pro-homine, un tema leguleyo complejo.
En simple, esto significa que en toda norma que tenga distintas interpretaciones, siempre debe optarse por la más favorable a la persona o la comunidad. Suena bien. De hecho, ganó la alternativa de mantener este principio que es parte del artículo 3, letra T. Para algunos, en cambio, abre un problema: puede poner en jaque los derechos de la naturaleza o ponerle palos en la rueda a un Estado más eficaz y orientado al interés general. Una golosina para los espíritus reaccionarios.
Según informa @lanetacl, curiosamente en esto votaron juntos los dos extremos: la izquierda ultrona y la derecha completa.
Tensión en Apruebo Dignidad por el secreto bancario
En el reglamento de ética se establecía el alza del secreto bancario para asegurar mayores grados de transparencia. Si bien muchos estamos a favor de la transparencia y de poner fin (o regular, al menos) el secreto bancario para poner fin a la evasión masiva de impuestos que vemos en Chile, lo cierto es que el secreto bancario es un tema de fondo pues está expresamente consagrado en la Constitución. Aun cuando haya sido aprobada esta propuesta, los convencionales no tenían obligación alguna de dar a conocer sus cuentas bancarias. Nadie podría obligarlos.
Igual, algunos sectores estaban enojados porque se había caído tan testimonial propuesta.
Reunión por el presupuesto
La presidenta de la Convención y el vicepresidente, Elisa Loncón y Jaime Bassa, respectivamente, acudieron al Ministerio de Hacienda para reunirse con el titular de la cartera, Rodrigo Cerda, para que suelte los poco menos de 3 millones de dólares para funcionar de aquí a fin de año.
El ministro secretario General de la Presidencia, Juan José Ossa, dijo esta tarde que muy probablemente se apelará a una reasignación de recursos más que a una ampliación de los mismos. “Valoramos las conversaciones de las últimas horas y la forma en que este proceso se esta conduciendo”, señaló, destacando el diálogo con altura de miras.
Junto con señalar que los recursos a la Convención han sido aumentados en tres oportunidades (no dijo que era para arreglar los cagazos que se mandó el gobierno mientras tenía el control presupuestario del órgano), Ossa sostuvo que “el apoyo a la convención nunca ha estado en tela de juicio”, al tiempo que desmintió que los recursos en cuestión estuvieran destinados a la operativa de la Convención, sino que, aseguró, “son asignaciones para asesores, viáticos y conceptos similares. No decimos que no se pueda pedir, sino que no es correcto sostener que el Presidente ni estos ministros hayan dejado de prestar apoyo técnico y financiero”.
“Valoramos que la directiva tome nota del escenario de estrechez fiscal”, concluyó.
Por nuestra parte, hasta aquí el reporte de hoy. ¡Nos vemos mañana!