Día 80: Piñera se cuelga de la Convención para darse color en la Asamblea de la ONU
Hizo todo lo posible para que no hubiera siquiera reforma a la Constitución. Y después se dedicó a boicotearla. Y ahí está... ¡Ah! Otra cosa: ya habría fórmulas para reemplazar a Rojas Vade.
Generalmente partimos de lo más importante a lo menos importante. Hoy arrancaremos al revés: de lo absolutamente irrelevante, intrascendente, incluso diríamos que ridículo, a las cosas de mayor relevancia.
¿Puede haber algo más irrelevante que una opinión de Sebastián Piñera Echeñique? Ojo: es irrelevante su opinión sobre cualquier tema. Cualquier cosa que diga o haga como Presidente de Chile (qué denigrante es para chilenos y chilenas que ese personaje lleve semejante título) carece de trascendencia para el porvenir. Incluso es irrelevante lo que diga sobre la propia Convención Constituyente.
Y no por intrascendente es que sus opiniones dejen de ser insólitas o desopilantes. Para muestra un botón: el violador de Derechos Humanos se colgó de la Convención Constituyente para darse color en la Asamblea General de la ONU, como si el órgano fuera obra de él, o como si hubiera jugado un rol activo y propositivo en orden a crearlo para darle una salida institucional a la debacle del modelo neoliberal que nos oprime hace 40 años, 30 de los cuales han sido bajo regímenes “democráticos”. En realidad, fue al revés: trató por todos los medios de negar esta posibilidad al punto que le declaró la guerra a Chile y a su gente. No por nada ha seguido boicoteando la Convención negándole los medios básicos para funcionar y quitándole financiamiento.
Dijo el especulador de bolsa que el derrumbe ha sido encauzado en un "proceso pacífico y participativo que derivó en la Convención Constitucional".
“La mayoría de los chilenos esperamos que esta Convención proponga el texto de una nueva Constitución que, mejorando y corrigiendo todo aquello que debe ser enmendado, pero también incorporando mayor equidad y justicia social, proteja nuestras libertades, recoja nuestra tradición republicana y los valores de nuestra sociedad”, dijo el muy balsa, quien luego agregó, como el buen caradura que es, que el país no ha estado inmune al “virus del populismo, el cáncer de la polarización y la peste de la fragmentación política”.
No dejaremos ningún link. Queda bajo vuestra responsabilidad ver y sufrir ese verdadero vómito de borracho.
Empujan reforma para reemplazar a Rojas Vade
En el programa Vía Pública de 24 Horas de TVN, la presidenta del Senado, la DC Ximena Rincón, dio a conocer una fórmula de reforma constitucional en la que está trabajando ella y otros cuatro colegas (el DC Francisco Huenchumilla, el PD Carlos Montes, el independiente Carlos Bianchi, y el UDI David Sandoval) para buscarle un reemplazante a Rodrigo Rojas Vade, el “enfermo imaginario”.
Sabido es que Rojas Vade, al no pertenecer a un partido, no puede renunciar ni ser reemplazado en el cargo (como pasa con los parlamentarios), pero la idea de la reforma que plantean los senadores es que Rojas Vade pueda formalizar su dimisión y ser reemplazado por un hombre de la Lista del Pueblo, ya que, si bien esa lista no correspondía a la de un partido propiamente tal, sí era una lista de independientes, cosa que no está permitida en las elecciones parlamentarias.
¿Qué causales harían posible esta renuncia? La idea, según Rincón, es que pueda renunciar por hechos graves que “afecten severamente el desempeño o pongan en riesgo la legitimidad de la Convención”. ¿Quién deberá ratificar tal cosa? El Tribunal Calificador de Elecciones. ¿Y si no hay más hombres en la Lista del Pueblo? Entonces el cargo podrá ser ocupado por el candidato que tenga más votación en el distrito.
La propuesta es muy parecida a la que esbozó el convencional de Apruebo Dignidad Fernando Atria en el programa Última Mirada, de Fernando Paulsen. ¿Quién tendría que ser el reemplazo de Rojas Vade? La respuesta: Andrés Cuevas. “Nos parece importantísimo que ese cupo sea ocupado por un constituyente de la Lista del Pueblo para que así podamos defender nuestras posiciones políticas”, señaló Camila Zárate. A continuación, el caracho de Andrés Cuevas. Grábeselo porque muy probablemente sería el nuevo convencional.
Pero no es la única propuesta que anda dando vueltas por ahí: también está la de los senadores socialistas José Miguel Insulza, Álvaro Elizalde y Juan Pablo Letelier, quienes, a diferencia de la otra propuesta, sacan al Tricel de la ecuación y ponen en su lugar al pleno de la Convención para que resuelva con la mitad más uno de los votos.
Hasta el gobierno mete la cuchara
Hernán Larraín, ministro de Justicia y Derechos Humanos (vaya que resulta graciosa la denominación de esta cartera considerando los crímenes cometidos con motivo del estallido social), apoyó la búsqueda de fórmulas para dar con una salida al incordio.
“Cuando existe un vacío legal, la idea es solucionarlo con las normas que nuestra Constitución provee, y una reforma quizás sea el camino más adecuado para solucionar problemas como éste”, afirmó, tras reunirse con la mesa directiva a efectos de viabilizar la participación de la población carcelaria en el proceso de salida, razón por la que evaluaron posibilitar la visita de comisiones de convencionales a los recintos penitenciarios del país.
Sin embargo, el ministro llamó a cautelar la irrenunciabilidad del cargo de convencional, de tal manera de “evitar que las personas empiecen a ser presionadas y salgan”, aseveró. Y agregó enseguida: “Cuando se produce una situación donde hay voluntad y necesidad, como pareciera existir en este caso, hay que facilitarlo vía reforma”.
No vaya a ser que…
¿Y si, a raíz de esta reforma, los partidos empiezan a apretar a ciertos convencionales para que le dejen su espacio a otros que cumplan de mejor manera la misión que esos partidos les han encomendado?
Puede ser. Alguien dirá que somos demasiados suspicaces, pero el Chile neoliberal es así: tórrido, tramposo, sibilino. Y tampoco es cosa de nosotros. De hecho, hay convencionales que creen que tal posibilidad podría darse y, conforme a esa sospecha, hay que anticiparse.
En radio Cooperativa, Benito Baranda (Independiente No Neutrales) compartió ligeramente esta preocupación. No es por nada, pero la idea del reemplazo es una cosa que buscan hacer en el Congreso, y con la gente que habita ese espacio hay que irse con cuidado… No lo dijo así Baranda con esas palabras, pero algo dejó entrever: “Nosotros no solicitamos esa reforma, la está haciendo el Congreso para facilitar seguramente la renuncia del convencional Rojas Vade”.
“No creo que haya presiones para que renuncien otros. Puede haber otros que quieran dar un paso al costado para que alguien de la lista de ellos asuma en su reemplazo y creo que eso no se tiene que facilitar. Esto no es un parlamentario o una parlamentaria, sino que es una persona que está escribiendo una Constitución y debe permanecer todo el tiempo cumpliendo esa tarea", comentó Baranda.
Elisa Giustinianovich, de Movimientos Sociales, cree que hay que ser muy cuidadosos con la posibilidad de abrirse a otras causales de renuncia. “No nos parece tampoco algo que sea bueno de abrirnos a esa posibilidad, estamos todavía a la espera de que podamos aprobar nuestro reglamento de cuestionamientos, donde se incorporan también diversos mecanismos de reemplazo, tenemos que someterlo eso a votación democrática para poder determinar cuáles van a ser las vías”, indicó.
¿Muy desconfiados? Bueno. Razones hay.