Día 26: La conformación de la mesa directiva y comisiones deja heridas entre el FA y el PC
La primaria tuvo consecuencias: vimos reclamos, llanterío y despecho. Pero la ampliación de la mesa directiva finalmente logró ser tan diversa y representativa como la Convención misma.
Digámoslo con todas sus letras: la primaria presidencial dejó heridas en el Partido Comunista (PC). Aún no supera un resultado sorprendente, acaso porque, como alguien dijo por ahí, su candidato Daniel Jadue perdió (y feo) contra un cabro joven que apenas pudo juntar las firmas para llegar a la papeleta. Hay un duelo, si no pendiente, al menos inconcluso, lo que queda de manifiesto con explicaciones abstrusas sobre su derrota: que los medios de derecha le jugaron chueco, que la gente no se levantó a votar por él (es verdad: dijo eso), que tardaron en comenzar la campaña.
Y bueno: resulta que este miércoles se terminó de conformar la mesa directiva encabezada por Elisa Loncón y Jaime Bassa. Faltaban siete nombres, dos de ellos para pueblos originarios. Este tuit de Beatriz Sánchez, del Frente Amplio (FA), ayuda a comprender lo que viene:
A todo esto, alguien se preguntará: “¿Y qué tiene que ver el asunto de la presidencial con la Convención?”.
La respuesta: todo tiene que ver. Inevitablemente el fenómeno será bidireccional: la presidencial contaminará la Convención, y la Convención marcará la presidencial. Lo complejo es que la cuestión presidencial se introdujo en un órgano donde el PC confía conseguir sus desagravios. De hecho, sintiéndose víctima de algo, habla de cupos y pactos y compromisos y gestos en una Convención que se mueve con lógicas distintas. El PC mira la Convención como continuidad del viejo esquema político, mientras que el Frente Amplio cree que lo mejor es conformar las instancias haciendo una cartografía distinta de la sociedad chilena: un país nada plano ni uniforme, sino que muy diverso, muy complejo, con idiosincrasias distintas según cada zona del territorio, definitivamente plurinacional, con una población donde la mitad más uno son mujeres, con minorías sexuales y con cuicos. Sí; no existe país sin patriciado. El FA cree, en consecuencia, que esos cuicos deben estar representados en su justa medida, para que después no anden lloriqueando.
Hay un desacuerdo evidente, acaso porque el Partido Comunista es un partido que compite por representar al pueblo, mientras que el Frente Amplio cree, interseccionalidad mediante, que no existe un pueblo, sino muchos pueblos. Y fue en el reconocimiento del estamento cuico, su casta dirigente, que se produjo el primer enfrentamiento. Pero bueno; al final, la mesa directiva quedó así:
Rodrigo Rojas Vade (La Lista del Pueblo)
Isabel Godoy (Pueblo Colla)
Elisa Giustinianovich (Movimientos Sociales de Regiones)
Rodrigo Álvarez Zenteno (Unión Demócrata Independiente)
Tiare Aguilera Hey (Pueblo Rapanui)
Pedro Muñoz Leiva (Partido Socialista)
Lorena Céspedes (Independientes No Neutrales)
Rodrigo Álvarez, de la UDI, es el único derechista en la mesa. Uno de nueve. Su suplente es Bárbara Rebolledo (Evópoli). No hay nadie del Frente Amplio porque renunció a tener representación en la mesa, un “sacrificio”, casi una ofrenda en aras de la sociedad llamada Apruebo Dignidad, que en la Presidencial se llama “Chile Digno”. Sin embargo, en el PC están enojados porque se quedaron debajo de la mesa, cosa incomprensible cuando ven a uno de derecha (son 37) sentado en ella.
La misma Beatriz Sánchez dijo más tarde:
Por cierto: algunos llamaron la atención sobre Isabel Godoy. ¿Por qué? Por lo siguiente:
Demasiado herida…
Bárbara Sepúlveda, convencional del PC, era la carta del partido para la mesa directiva. Ella y Elisa Giustinianovich, independiente de la Coordinadora Social de Magallanes. El PC cree que el Frente Amplio le metió ficha sólo a esta última, ya que, según “denunció” Sepúlveda, ella necesitaba 11 patrocinios para integrar la mesa, pero que el Frente Amplio sólo se rajó con cinco. Y ahí quedó la crema, porque al cabo la convencional PC vinculó este asunto con la presidencial:
"Es una señal que lamentablemente debilita el pacto, y eso es importante transparentarlo, porque también cuando nosotros vamos a apoyar una candidatura presidencial, vamos a ir juntos y juntas, supuestamente (también) en candidaturas al Congreso", sostuvo la propia Sepúlveda.
Y agregó: “En ese caso me parece que un gesto habría sido (importante), ya que ellos llegaron a un espacio de poder y representación gracias a nuestros votos, (y era esperable) que ellos hubiesen dados sus votos para que nosotros también llegáramos a espacios de presentación. No es una señal muy buena”.
La que tuvo que salir a poner paños frío fue Beatriz Sánchez:
“Hemos resuelto patrocinar a nuestros compañeros del pacto Apruebo Dignidad y diversas fuerzas políticas buscando representación de mujeres, disidencias, pueblos originarios y con criterio de descentralización, siempre empujando transformaciones profundas".
Hay votaciones cruzadas, y es evidente ese deseo por no repetir usos y costumbres que se vieron por 30 años de Transición.
Es el caso de Lorena Céspedes, de Independientes no Neutrales, que recibió apoyos de Renovación Nacional. Y dijo: “Lo que quiero marcar con esta candidatura y queremos representar es que podemos conversar desde los distintos ámbitos. Me están patrocinando desde La Lista del Pueblo hasta Renovación Nacional, un sector de la derecha, y eso creo que representa el espíritu que queremos hacer como Convención, poder dialogar, unirnos y llegar a acuerdos, consensos. Es lo más importante, empezar a trabajar dándole humanidad a esta labor y el sello de que podemos generar puentes de diálogo".
Pero este asunto no quedó ahí.
Con el orgullo afectado, la rabia no hizo más que acrecentarse con otra situación similar, pero ahora en la elección de los coordinadores de la comisión de Participación Popular, donde se impusieron Lisette Vergara y Javier Fuchslocher, de Independientes no Neutrales, este último con votos del FA, en detrimento de la carta del PC, Valentina Miranda.
Y vino la respuesta de la Jota:
¿Por qué no una comisión de Cultura?
La idea la presentaron los convencionales Malucha Pinto e Ignacio Achurra.
Alguien se preguntará: “¿A quién le importa la cultura?” Por lo general, el mundo de derecha suele hacerse esa pregunta. No digamos que en ese sector abundan los intelectuales y los artistas, salvo contadas excepciones. Pero una debida comprensión del asunto nos obliga a recordar que en Chile está lleno de esos hombres que escupen y mean en la calle. Sumemos la vandalización del espacio público, el poco respeto por la flora y fauna nativa, el escaso valor que se le da al entorno natural y cultural. Deporte es cultura. Y por qué no soñar con ciudades y barrios más agraciados.
No hay país que se desarrolle desconectado de la cultura y de todos esos saberes -todos los saberes, incluyendo la ciencia y el deporte- que pulen y dan luminosidad y brillo al espíritu humano. La cultura es lo que nos hace seres con responsabilidad suprema ante todo lo que existe en este mundo, abona una reflexión permanente sobre la vida en sociedad, sobre la ética y la estética, lo que está bien y lo que se ve bien, conectándonos además con la belleza que nos ofrece la vida. Porque sin belleza no hay vida que merezca ser vivida.
¿Comisión de Cultura?
Ojalá.
Ya. Sería todo.
PD: ¿Te diste cuenta de algo? La derecha se ha hecho aún más irrelevante en la Convención. Y como no puede armar show todos los días… Para qué darle motivos.