Día 251: rechazo de norma sobre "Estado social de Derecho" causa fuerte discusión en la izquierda
En Apruebo Dignidad no entienden cómo los ex Lista del Pueblo y los escaños reservados pudieron votar en contra de la norma que mataba al Estado Subsidiario... y todo por una palabra que no suma.
Eduardo Cretton se mandó flor de discurso para oponerse a la norma constitucional aprobada que consagraba los derechos sexuales y reproductivos, y que, de ser aprobada la nueva Constitución, permitiría la promulgación de una ley de aborto sin las tres causales. El convencional UDI, como buen fetista, dijo que… Es que no. No podemos reproducir lo que dijo. Es mejor que lo veas con tus propios ojos y lo escuches con tus propios oídos. A limpiarse bien las orejas porque esto es de antología:
Se cae “Estado social de derecho” por una palabra
El Pleno de la Convención Constitucional aprobó sólo parcialmente siete de los nueve artículos del primer informe de la Comisión de Principios Constitucionales que habían logrado pasar el primer colador llamado “votación en general”. El artículo número 1 de la Constitución, que declara que “Chile es un Estado social y democrático de derecho”, el sueño de todos los que quieren pasar de la subsidiariedad, se cayó… Increíblemente.
Le faltaron cuatro votos. Y la razón es que todo el mundo de la ex Lista del Pueblo y escaños originarios se alinearon con la derecha porque no tenía la palabra “garante” de derechos. Lo curioso es que esa palabra, más que sumar, resta, ya que al declararse “garante de derechos” puede perfectamente apelar a la provisión privada de esos derechos, tal y como sucede hoy en día. Total, el Estado hoy “garantiza” el derecho a la Educación, pero eso no significa nada.
El asunto dejó heridas en la izquierda. Jaime Bassa, del Frente Amplio, pidió repensar mejor lo que están pidiendo y que “reflexionen un poco sobre el potencial transformador que tiene una cláusula como ésta, en el sentido de declarar a Chile como un Estado social y democrático y derecho, porque es una declaración que construye el país desde la igualdad, desde los derechos sociales, desde el trabajo, desde la vivienda”.
Fernando Atria estaba aún más perplejo: “Votaron en contra la derecha (¡era que no!) y la Coordinadora Constituyente Plurinacional y Popular”.
“Esto es un verdadero punto de inflexión en la manera como hemos entendido el funcionamiento de lo público, en general, en relación con las décadas neoliberales que nos anteceden; décadas que se caracterizaron por la extensión del mercado a esferas de la vida habitualmente vinculadas a los derechos sociales, con un nivel de radicalidad poco conocido en el resto del mundo: un sistema educacional segregado, un sistema de salud para ricos y otro para pobres, un sistema de pensiones que crea pobreza”, había dicho antes, cuando pensaba que estaba todo listo para su aprobación.
Beatriz Sánchez estaba que se moría. “Se perdió el Estado social de derecho, que permitía superar, por fin, el Estado subsidiario herencia de Pinochet. Era empezar a dejar la Constitución del ‘80 atrás. De la derecha dura lo esperaba, pero no de la Coordinadora Plurinacional que venía a 'cambiar las cosas'”, declaró.
Desde ese mundo más ultrón explicaron su rechazo. Una de ellas fue Tania Madriaga, de la Coordinadora Constituyente Plurinacional. “El inciso dice que es un Estado social y democrático de derecho, y nosotros creemos que debe decir ‘garante de derechos’. Ese es el tipo de discusiones y definiciones precisas en que estamos a esta altura. Esperamos que se resuelva en la forma en que lo estamos proponiendo”.
El otro artículo que vio el rechazo de todos sus incisos es el 17, sobre los emblemas nacionales, que dice que “son emblemas representativos de Chile la bandera, el escudo y el himno nacional”. Pero al menos obtuvo mayoría simple, así que podrá volver a la carga más tarde. El que se cayó definitivamente fue el artículo que decías que “el Estado reconoce los símbolos y emblemas plurinacionales propios de los distintos pueblos indígenas y tribales”.
No más concentración de medios
También se votó en el Pleno -y en particular- el Informe de Reemplazo de la Comisión de Sistemas de Conocimiento. Salió bien parado el artículo 1, que establece el “derecho a la comunicación social” . ¿Qué dice? Pues dice que “toda persona, individual o colectivamente, tiene derecho a producir información y a participar equitativamente en la comunicación social. Se reconoce el derecho a fundar y mantener medios de comunicación e información”.
También fue aprobado el artículo 3, que dice que “el Estado impedirá la concentración de la propiedad de los medios de comunicación e información”. Asimismo estipula que “en ningún caso se podrá establecer el monopolio estatal sobre ellos”.
Fue aprobado el artículo 4, que habla de la “promoción de medios de comunicación e información”, consagrando así que “el Estado fomenta la creación de medios de comunicación e información y su desarrollo a nivel regional, local y comunitario”. Hubo un inciso que se cayó, que dice que “el Estado garantiza el derecho de los pueblos y naciones indígenas preexistentes a desarrollar y mantener medios de comunicación e información preferentemente en sus propias lenguas”, al mismo tiempo que fue aprobado, pero sólo en algunos incisos, el artículo 9 relativo a los “derechos culturales”.
A esta hora se vota en el Pleno de la Convención Constitucional el nuevo informe de la Comisión de Sistemas de Justicia. Pero no nos da el cuero.
Mañana hablamos.