Día 24: Convención rechaza "votación papal" y pide declaración contra el TPP-11
El rechazo al TPP-11 es muy relevante pues limitaría la soberanía nacional que ha de materializarse en la Convención Constituyente.
Con 97 votos en contra fue rechazada la propuesta de “votación papal” para completar la mesa directiva integrada, hasta ahora, por la presidenta Elisa Loncón y el vicepresidente Jaime Bassa, triunfando la propuesta tendiente a elegir candidatos que cuenten con el patrocinio de 21 convencionales.
La idea papal fue propuesta por sectores como La Lista del Pueblo, los movimientos sociales regionales, escaños reservados y el PC, pero rechazada por el Frente Amplio, Independientes no Neutrales y los vinculados a la Concertación toda vez que marginar a la derecha alimentaría, dicen ellos, la campaña de desprestigio de la Convención que impulsan los sectores más conservadores.
Así celebraba el independiente no neutral Pato Fernández, a quien los revolucionarios de redes sociales motejan de “amarillo” por abrir la posibilidad de otorgar dos cupos a la derecha:
La idea motivó los lamentos de quienes creen que lo mejor es aislar a un sector que no quiere cambios para Chile. Lo decía Natividad Llanquileo, quien colgó una captura del tablero que da cuenta de la votación de los convencionales (onda sapeo… o que cada uno se haga responsable de lo que vota):
Y bueno, no queda más remedio que hacer lo que decía un recordado personaje de una clásica película de mafiosos: “A los amigos hay que tenerlos cerca, pero a los enemigos hay que tenerlos aún más cerca”.
Convención pide declaración contra el TPP-11
Tan desembozada (por no decir “caradura”) es la campaña de la derecha y sus medios para hacer fracasar la Convención Constituyente que ya ni siquiera existe el más mínimo pudor en escribir cosas como la que sigue, aparecida en El Mercurio:
¿Captas la connotación negativa de la frase “El pleno de la Convención Constitucional dedicó este martes más de una hora y media al debate de ‘asuntos emergentes’"? En el fondo, acusan a los convencionales de dedicar tiempo valioso a hablar de tonteras en vez de hablar del reglamento y los contenidos, y en los comentarios que acompañan la nota aparece ese clásico alegato de quienes quieren seguir con la fiesta neoliberal hasta el fin de los tiempos y acompañan esta campaña de desprestigio, onda “Soa Vashelé aga hargo…” Tonteras que dicen los trolls y los derechistas de carne y hueso, esos con cara de momios. He aquí un espécimen 100% real:
¿Y qué es lo que les enoja? Pues que La Lista del Pueblo y el Partido Comunista exijan, con toda razón, que el Gobierno deje de impulsar el TPP-11, un tratado que limita esa soberanía nacional que ha de materializarse en la Convención Constituyente, faltando al espíritu del acuerdo que incluía el quórum de 2/3 para aprobar las normas constitucionales…
A ver, volvamos atrás: ¿recuerdan que el acuerdo del 15 de noviembre de 2019, ese que dio inicio al proceso constituyente sobre una hoja en blanco, establecía dos condiciones, que eran el respeto a los tratados firmados por Chile, incluyendo los comerciales, así como un quorum de 2/3 para cada norma constitucional? Bueno: el gobierno al tratar de concretar la firma del TTP-11 lo que hace es faltar al espíritu de ese acuerdo, pues por esa vía pretende cercenar la soberanía popular. Es una especie de “ley de amarre”.
María Rivera, de la Lista del Pueblo, señaló que esta es una situación “de emergencia” y que resulta “urgente” frenar un nuevo tratado de libre comercio que debilita nuestra soberanía”.
Valentina Miranda, del Partido Comunista, fue más allá y, así como se plegó a la solicitud de emitir una resolución en contra del TPP-11, manifestó la necesidad de exhortar al gobierno a terminar con este empeño artero y ruin. "El TPP-11 atenta contra la soberanía de nuestro país y la soberanía de la Convención, por eso exigimos al Senado que rechace el TPP-11 y solicitamos que no se curse ningún tratado internacional de libre comercio mientras la Convención esté funcionando". Obvio.
Félix Queupul, del Observatorio Cívico Constituyente recordó que este “tratado continúa por la senda de entregar recursos a bajo precio o de subsidiar a empresas trasnacionales, que son las únicas que ganan con tratados de espalda al pueblo. En el Foro Indígena de Negocios hemos denunciado a empresas mineras de Canadá, por ejemplo, de cuidar y respetar el medio ambiente en su territorio, pero no en países como el nuestro, donde los estándares ambientales son bastante pobres”.
Desde luego, recordó Queupul, que un tratado no impide realizar reformas, “pero impone altas compensaciones a las empresas en caso que reclamen una afectación de sus razonables expectativas de ganancia, pero nosotros sabemos qué es lo que entienden esas empresas por razonables expectativas de ganancia. En el fondo, el TPP-11 es un peaje”, afirmó, recalcando que el alegato de los convencionales es más que atendible, no así las quejas del mundo conservador, ya que el TPP-11 tiene directa relación con lo que se discute en la Convención.
Chiquillos y chiquillas de Vamos por Chile, por favor tranquilícense: la Constitución de Pinochet-Lagos ha sido estudiada al revés y al derecho, y existe plena conciencia de qué debe ser borrado y qué debe ser incluido. Una vez que el reglamento esté listo, los convencionales se irán como avión.
Un presupuesto exiguo y mal ejecutado
La semana pasada hablábamos de las críticas que se han hecho al gobierno por el exiguo presupuesto y la manera torpe de gastarlo, al punto que el mismo Max Pavez, subsecretario de la Segpres, reconoció que sólo quedaban 34 de los más de 1.000 millones que se asignaron para los bienes y servicios que permitieron echar a andar tan inédita instancia. Pero no sólo la plata fue poca, sino que además se gastó mal, cosa que reconoció Pavez debido al apuro.
Las quejas continúan.
María José Oyarzún, de Apruebo Dignidad, sostuvo que “se financió el equipamiento inicial de la Convención, micrófonos, pantalla, seguridad y habilitación de las salas y como es de público conocimiento todo esto falló para la primera sesión, por lo que sorprende el enorme gasto de la Segpres debido a la improvisación y mala planificación".
De hecho, César Uribe, de la Lista del Pueblo, cree que este torpe manejo de los recursos también forma parte de la estrategia derechista de afectar la legitimidad y la imagen de la Convención.
“Ese desprestigio a través de redes sociales y prensa poco objetiva viene coincidentemente del sector que no quiere cambios, que representa un 20% de la población que defiende este modelo que les ha permitido históricamente vivir en privilegios o libertades, si así quieren llamarlo”, y agregó, con tono mordaz: “¿Algún convencional del Rechazo publicará en su Twitter que fue el Gobierno el que contrató los servicios previos a la instalación de la Convención y que por lo tanto es su principal responsable?”. Ese emplazamiento cayó pésimo en la derecha.
La UDI Katherine Montealegre (UDI) respondió a las críticas relativas a la situación de “privilegio” en que todos ellos han vivido, cosa que, al parecer, le irrita bastante a un mundo conservador que niega derechos sociales al resto: “He visto con poca sorpresa discursos que nos acusan de privilegiados, de levantar una campaña de desprestigio y que el presupuesto de miles de millones ya asignados es una burla y miserable suma (…) ¿Saben cuál es una burla para las familias de esfuerzo? Que esa miserable suma se la quitan a los trabajadores de Chile a través de sus impuestos. Esa miserable suma que entregan para que ustedes tengan lujitos de elite que quieren seguir manteniendo y pidiendo más recursos. Parece que era mentira eso de la vocación, de hacer las cosas por al arte".
Una verdadera joya. Ya estamos pensando en dedicarle el cetro de mejor oradora a Katherine y olvidarnos de Arturito (no, nunca… Arturito es irrepetible).
Y eso poh. ¿Cómo que no pasan cosas interesantes en la Convención? Ya. Nos vemos de nuevo mañana miércoles.
Felicitaciones por el trabajo de La Cocina, excelente lectura y resumen :)