Día 199: Plazos en cuanto a superación del extractivismo tensiona al mundo ecologista
Algunos apuestan por acabar con el extractivismo de manera abrupta, pero otros creen que aquello puede ser peligroso y contraproducente, por lo que abogaron por una transición gradual y decidida.
No es fácil. Nunca lo ha sido.
De hecho, tan complejo es una conversación constituyente, tantas las sensibilidades y miradas a incorporar, que incluso en el seno de los convencionales ecologistas se producen diferencias y matices capaces de tensionar a ese mundo. Un ejemplo: todos (la mayoría, en realidad) están de acuerdo en que hay que pasar del extractivismo, que es como entendemos en este país la vieja costumbre de (lo diremos en buen chileno) “cafichar de la tierra” para poder parar la olla. Es decir, vivir de lo que la tierra nos provee, lo que deja un enorme daño ambiental en el país. Lo que le vendemos al mundo no aporta nada más: no aporta inteligencia, nada de tecnología, cero innovación…
El punto es que, mientras diversificamos nuestra matriz productiva para tener una economía menos contaminante y con mejores salarios, tampoco podemos llegar y, de un paraguazo, cerrar las minas, las salmoneras, las forestales, la pesca industrial, etc, etc., etc.
En la Comisión de Medio Ambiente, Derechos de la Naturaleza, Bienes Naturales Comunes y Modelo Económico, los coordinadores Camila Zárate y Juan José Martín han expresado diferencias con Constanza San Juan. ¿La razón? Según El Mercurio, todo partió por una declaración de Zárate, quien manifestó su deseo de avanzar a un modelo económico posextractivista, pero que tal cosa en ningún caso significa una supresión abrupta del extractivismo por la vía constitucional. En el fondo, la idea es eliminarlo gradualmente, para lo que tendremos que impulsar cuanto antes un proceso de transición a una economía del siglo XXI. Mientras avanzamos a esa economía, por mientras consolidemos una normativa ambiental y una fiscalización implacable.
“Acá nadie ha planteado el fin al extractivismo, por lo menos de quienes estamos en esta tendencia ecológica. Eso es fake news. Lo que queremos es avanzar en un modelo posextractivista para cambiar la actual matriz productiva que está muy cargada a la exportación de minerales con bajo procesamiento”, señaló Zárate días atrás. Pero Constanza San Juan escribió: “Yo estoy acá para que el Valle del Huasco sea libre de minería (…) Queremos vivir tranquilos en nuestros territorios y no vivir defendiéndonos de estos monstruos que son las empresas extractivistas que destruyen todo a su paso”.
Lo anterior suena a que debería darse una especie de “apagón económico”, cuyas consecuencias podrían ser contraproducentes. ¿Quiere decir que esto es un quiebre? Tampoco da para tanto, pero hay que estar atento a esta discusión pues está llena de puro futuro.
Poniéndole güeno
A toda máquina se encuentra trabajando la Convención Constituyente a efectos de llegar al 4 de julio con el texto escrito. Es una ventana de oportunidad histórica y no hay que desperdiciarla. ¿Por qué es mejor sacarla cuanto antes? Pues porque se asegura su aprobación en el plebiscito de salida. Hay que aprovechar la luna de miel con Gabriel Boric antes que el clima político y económico empeore en un año que se ve difícil. Mira que si nos demoramos… uf. Ya sabemos que todo pueblo tiene sus veleidades.
El vicepresidente de la Convención, Gaspar Domínguez, dijo a Cooperativa que ”estamos trabajando igual, incansablemente, de lunes a lunes, matiné, vermut y noche para sacar la pega en los plazos establecidos”.
Tienen un cronograma exigente: “Tiene tiempos y en ese sentido los tiempos están establecidos y nosotros tenemos que tener las propuestas listas, para que a finales de abril se constituya la comisión de armonización y durante mayo y junio se armonice el texto, y el 4 de julio la convención se deshace”. Ya sabemos: cualquier extensión hay que solicitársela al Congreso.
Asimismo, se declaró “emocionado” de la colaboración prestada por las instituciones “permanentes de la República”, las que “han contribuido y siguen contribuyendo a este proceso. Las universidades del Cruch, la universidad fuera del Cruch, centros de estudios privados, públicos”.
La infancia en la Constitución
“Los niños, niñas y adolescentes son titulares de los derechos consagrados en la Constitución, en las leyes nacionales, en la Convención sobre los Derechos del Niño y en los demás tratados internacionales ratificados y vigentes en Chile”.
Este es el primer artículo de una iniciativa popular de norma (número 50.254) que espera consagrar los derechos de niños, niñas y adolescentes, para terminar con esta tontera del desamparo, la falta de políticas para el desarrollo de la infancia, acceso a educación de calidad, el maldito Sename, etc.
La idea es que sus derechos estén expresamente mencionados/as en la nueva Carta Magna, que haya un reconocimiento explícito como sujetos de derecho, instancias de participación efectiva en el reglamento de la Convención, mecanismos formales que garanticen los derechos establecidos y un piso de protección social, de acceso universal a salud, vivienda y educación para NNA y sus familias/cuidadores.
Lo mejor es que solicita la creación de la Comisión de verdad, justicia y reparación para NNA que han sido víctimas de abuso en entornos institucionales.
¿Cómo no vas a entregarle su firma?
Ya. Nos vemos mañana.