Día 19: La Marce picá-picá, la derecha reparte Negritas y Parot a punto de quedarse sin plata
La poca planificación del ejecutivo tiene a la convención con solo 34 millones de pesos (unos 45 mil dólares) en la alcancía. ¿Y la derecha? Sigue dando show.
La convencional UDI Marcela Cubillos durmió picá-picá con la entrevista que dio la presidenta de la Convención Constituyente, Elisa Loncón, en el programa Mentiras Verdaderas de La Red.
La presi comentó que a los convencionales de derecha les provoca incomodidad “las manifestaciones de diversidad que nosotros hacemos, como por ejemplo hablar en el idioma. Tal vez les moleste cómo llegamos, porque ellos siempre han estado en una situación de privilegio (…) Nunca se sintieron en una posición como la que hoy están, en una posición minoritaria”.
“Cuando para el sector del privilegio emerge esta demanda de derechos, ellos no comprenden porque ellos siempre decidieron frente a los demás, entonces ahora están en una posición distinta y eso es una incomodidad y desde esa incomodidad se ha generado un diálogo marcado por cuestiones raciales, rechazos”, agregó.
La Marce, como les contábamos, se despertó con el pie izquierdo y con ganas de pelear, igual que La Tere, que se ha curtido en el viejo arte del espectáculo político. Tiene años ya de circo. “En este hemiciclo usted habló de amor y en la noche usted sembró división, y a nuestro juicio se pavimenta un camino de tiranía (…). Al hablar de un sector como el sector del privilegio, usted no solo descalificó a un grupo de convencionales, sino que a más de 1 millón de chilenos que nos eligió para estar acá”, aseveró La Marce, consciente, al igual que todo su sector político, de que pesan menos que paquete de cabritas.
Y como no tienen manera de cambiar mucho el resultado del partido por las buenas, La Marce nos viene a demostrar que sólo existe una estrategia: jugar a la uruguaya.
Jugar a la uruguaya consiste en ensuciar el partido si éste se nos presenta de forma adversa. Eso pasa por pegar patadas, hacer tiempo, hacer teatro, insultar, hacer de todo para sacar al rival del partido y así salvar al menos un empate. “¿Yo no juego? Y bueno, vos tampoco jugás”, te dicen los charrúas. Es un juego de suma cero. Esto es igual: denunciar una flojera inexistente, dedicar los minutos asignados de palabra a despotricar, hacer show por la tele y las redes sociales…
¿Cómo se les dice a los curagüillas odiosos que llegan a importunar? ¿A esos que llegan dando jugo y babeando en un carrete? Se les dice que sí nomás. “Sí, claro”, “eh”, “demás”, “Mmmm, sí poh”. Se les dice que sí, y se les despacha. La presidenta de la Convención, Elisa Loncón le respondió como hay que responderle a los curaos odiosos. “Tomamos nota de su comunicación”, dijo. Y se acabó. Mira el video:
Obviamente que la derecha trató de atizar las brasas que doña Elisa se encargó de apagar. Como dijo una vez Sergio Onofre Jarpa, figura histórica del sector, esta era una “pelea de perros grandes” en la que se metieron “los perros chicos”:
Queda poca plata en el presupuesto
Un datito que salió por ahí: a la Convención le quedan 34 millones de pesos. ¿Cómo?, se preguntará usted, distinguido lector, distinguida lectora. Pues bien, el subsecretario general de la Presidencia, Máximo Pavez, reconoció -como ejemplo- que a falta de una planificación detallada es imposible adquirir pasajes de avión para los convencionales a precios convenientes. Por esa razón es que “se ha comprado tarde y mal”.
Para salir del embrollo, Pavez pidió a la Comisión de “Presupuesto” que apure el reglamento. “La invitación es que esta comisión nos pueda ayudar a planificar, especificar gastos y quedamos a completa disposición”, señaló, acompañado de la secretaria ejecutiva de la Comisión Técnica de la Convención Constitucional, Catalina Parot.
“Estamos para que la Convención pueda funcionar con fondos del subtítulo 22, y esos fondos se nos están acabando”, advirtió el subsecretario.
La Negrita (perdón… Chokita)
Pasó este miércoles: la compañía Nestlé comunicaba que dejaría de llamar “Negrita” a la clásica galleta rellena de crema y cubierta de chocolate. Ahora se pasará a llamar “Chokita”. ¿La razón? “Por respeto y no discriminación”. Desde luego que esto generó un encendido y delirante debate entre quienes creían que, en efecto, tal denominación constituía una muestra de “lenguaje hipersexualizado y racista”, al tiempo que otros pedían parar tanta locura posmodernista toda vez que nadie llega excitado o excitada a comprar una “Negrita” pensando en una mujer afrodescendiente o lo que sea. En el fondo, nunca nadie le daba tal connotación a la famosa galleta.
Obviamente que esto se prestó para memes y chistes. Obvio. Y también se prestó para encendidos reclamos y rabietas contra la “neoinquisición” que muchos, por derecha, observan en intelectuales obsesionados con la french theory y, cómo no, en activistas formados en campus universitarios capturados por esa misma corriente de pensamiento, condición que, por cierto, comparten muchos convencionales.
En ese marco es que se aparecieron los y las convencionales del mundo conservador mostrando sus “negritas”, en un vano intento por provocar a los “progres” que a esa hora llegaban al edificio del ex Congreso Nacional. De hecho, a nuestres convencionales más cercanos a lo que en Estados Unidos llaman “la cultura woke”, verdaderos “comisarios del pensamiento y las palabras”, les dejaron unas negritas en sus escritorios.
En fin… Dio tanto material este lote, que hoy decidimos darle un respiro a Arturito. Esperamos que no se sienta.
Ya, nos vamos a dormir.