Día 117: Derecha cavernaria se divide en tres y De la Maza renuncia a este bloque
La subdivisión apunta a la clásica estrategia del "filibusterismo", pues les permite hablar más para obstaculizar el avance. Con la salida de Bernardo De la Maza, la derecha pasó de 37 a 36.
Simple “filibusterismo”: la derecha decidió fragmentarse en tres grupúsculos para poder hablar más. Hablar más para retrasar el trabajo del órgano. Si se gasta más tiempo en mentir y decir tonteras sin sustento, entonces más obstaculizan y ensucian las labores de la Convención Constituyente. A eso han llegado los convencionales de la derecha cavernaria.
Esta cosa está más o menos así: la derecha en la Convención hace rato que viene mal. Están Evópoli y Renovación Nacional por una parte y, por otra, están la UDI y los republicanos (o sea, la derecha fascista, técnicamente hablando). Este último lote, integrado por 21 pelmazos sin vuelta, se disgrega en tres subgrupos con nombres ridículos. El quiebre en la derecha a propósito de la presidencial no ha hecho más que acentuar una fractura cada vez más evidente en la Convención.
De esta manera, conformando estas tres covachas, la derecha cavernaria se procura más tiempo para decir mentiras. O sea, la misma mentira multiplicada por tres. Porque se sabe: mientras más mientes, algo de esa mentira puede quedar.
Los grupetes:
Chile Libre: Rocío Cantuarias (IND-Evópoli), Margarita Letelier (UDI), Harry Jürgensen (RN), Teresa Marinovic (IND-Republicano) y Ruth Hurtado (IND-Republicano) y Martín Arrau (UDI).
Un Chile Unido: Felipe Mena (UDI), Pablo Toloza (UDI), Carol Bown (UDI), Marcela Cubillos (IND-UDI), Alfredo Moreno (IND-UDI), Claudia Castro (IND-UDI) y Arturo Zúñiga (UDI).
En Unidos por Chile: Katerine Montealegre (UDI), Ricardo Neumann (IND-UDI), Jorge Arancibia (Republicano), Rodrigo Álvarez (UDI), Constanza Hube (UDI), Eduardo Cretton (UDI), Pollyana Rivera (IND-Republicano) y Cecilia Ubilla (IND-UDI).
Eduardo Cretton dijo: "Esta división responde simplemente a poder usar mejor la palabra”. Carepalo. Según el convencional partidario de José Kast, Vamos por Chile fue el equipo “más perjudicado con el uso de la palabra por estos criterios que se aplican de plurinacionalidad, de centralización, probabilismo político”. Ya.
Martín Arrau, alias “El Temporero”, ese que dice trabajar la tierra bajo un sol abrasador en circunstancias que en su vida ha agarrado una pala, llegó al extremo de hablar de “censura”.
Patricia Politzer, de Independientes No Neutrales, recomendó a los integrantes de la derecha cavernaria que desechen sus esperanzas de ver que “una mentira repetida una y mil veces se convertirá en verdad. Este resquicio de la derecha extrema para que sus representantes hablen más en el Pleno solo desprestigia a la Convención”.
Una consecuencia: Bernardo de la Maza tiró la esponja
Tanta ordinariez “táctica” terminó de colmarle la paciencia a Bernardo de la Maza, para quien las cosas son claras: se puede ser de derecha, pero nunca un cuma. Y la derecha está enteramente cuma.
En definitiva, el periodista decidió bajarse de este piño porque ya ha batido todos los récords del fachómetro. Así comunicó la noticia:
Y no sólo eso: ya más reposado, cuando ya se había marchado del ex Congreso, aclaró cuáles serían sus compañeros de ruta para lo que queda de Convención:
¿Qué hacer con Rojas Vade?
El Ministerio Secretaría General de la Presidencia envió un documento a la Contraloría para resolver la extraña situación que afecta a Rodrigo Rojas Vade, el “enfermo imaginario”, quien renunció a la Convención, pese a lo cual sigue recibiendo dieta y asignaciones ya que el legislador no contempló este escenario (¿quién si no?).
El documento, que lleva la firma del subsecretario Máximo Pavez, pregunta al contralor Jorge Bermúdez qué hacer ya que su cartera “se encuentra frente a un aparente vacío normativo al momento de realizar el pago de la retribución que establece la Carta Magna”.
Es decir, la Convención no forma parte de los órganos de administración del Estado, pero ella depende operativamente de las platas que ejecuta el ministerio.
En fin. Veremos qué pasa con el famoso Rojas Vade, quien, así y todo, tuvo esa brizna de decencia para renunciar que no han tenido otros impresentables de este gobierno. Ya, ¡chaíto! Nos vemos mañana VIERNES :)))))